viernes, 2 de septiembre de 2011

Capítulo seis.


Danny: ¿Estás bien Carol?
Alejandra le imitó con tono burlón, él le sacó la lengua como respuesta. Qué tía más tonta, le ponía de los nervios.
Carol: Sí, ya estoy mejor – dijo secándose los ojos -. Gracias por preocuparos por mí chicos – sonrió.
Ale: De nada, para eso estoy – y se abrazaron.
Danny: ¿Seguro que no me lo quieres contar? – dijo poniendo ojitos.
Alejandra suspiró bruscamente, Danny le ponía de los nervios como ella a él. Se habían conocido hace menos de cinco horas, ¿es que quería que le contase toda su vida? Por Dios.
Carol: Está bien, te lo contaré.
Danny: Eeeem, ¿te puedes ir? Quiero hablar con ella – dijo mirando a Alejandra mientras pasaba el brazo por la cintura de Carolina.
Carol: No importa Ale, vete, no es nada. No te enfades.
Alejandra miró primero a Danny con desprecio y luego a Carolina como decepcionada. En ese momento tenía una confusión de sentimientos.
Bajó por las escaleras dejándoles solos, todos se giraron hacia ella para saber qué es lo que había pasado, pero ella negó con la cabeza, no quería contar nada a nadie.
Giró la cabeza hacia donde Danny y Carolina se encontraban, estaban abrazados. Sintió un dolor en el pecho. Pero no físico, no. Un dolor fuerte, doloroso. ¿Celos? ¿Cómo iba a estar celosa de Carolina? ¡Por favor qué tonterías...!
Se sentó en su sitio y pinchó algunos macarrones ya fríos. Se iba a meter ya la comida en la boca, mientras todos la miraban con cara de asco.
Ale: ¿Qué? – dijo metiéndose el tenedor en la boca. Masticó y tragó – Mmm, hasta fríos están ricos, Tom. La salsa tiene un toque especial.
María: Sí, muy especial, porque Harry y Dougie han escupido en ello...
Ale: ¡¿QUÉ?! – dijo dejando caer su tenedor al plato.
Harry: Es que hemos hecho una competición y... Solo estábamos jugando...
Ale: Jugando a ver a quién le llega el escupitajo a LA CENA DE ALE, ¿verdad?
María: No te lo tomes así, es que... hahaha. Toma, si quieres cenar, cómete los míos.
Ale: Ya da igual...
María: ¿Quieres hablar? Anda, ven a la cocina.
Cogieron sus platos y se dirigieron hacia allí. Al salir por el marco de la puerta del salón, María miró a Harry de una forma rara, le estaba diciendo algo. Algo que Harry interceptó perfectamente. ¿Pero cómo se podían entender ya con la mirada si solo llevaban juntos cinco horas?
María: ¿Qué ha pasado ahí arriba?
Ale: Que Carol se siente mal por Dougie pero no se atreve a pedirle perdón porque se siente muy mal... pero es una chorrada ¡por favor!
María: ¿Y qué te pasa a ti?
Ale: ¿A mí? Nada... ¿por qué? 
María: Porque estás rara... ¿Y Danny?
Ale: Se lo está contando todo, seguramente más cosas de las que a mí no me ha contado. ¿Has visto lo bien que se llevan?
María: ¿Y eso te molesta?
Ale: ¡Qué dices! ¿Cómo me va a molestar? - dijo sin mirar a María, mientras colocaba los platos en el lavaplatos.
María: Mientes... ¿celos?
Ale: Ve a por más platos y olvida el tema.
Cuando ya terminaron de recoger todo y Danny y Carolina bajaron, decidieron echar quién dormía en el sofá a piedra papel o tijera, tal y como había propuesto Ale. Pero no fue del todo posible, ya que eran muchos, y si uno sacaba tijeras y cortaba al que tenía papel, el que tenía piedra aplastaba a las tijeras, y el papel que era cortado por esas tijeras envuelve a la piedra que aplasta a las tijeras que aplastan a ese mismo papel... ¿lo habéis entendido...? Bueno, como no era posible, decidieron echarlo a pies.
Tom: A mayoría se la salva ¿vale?
Eran juegos infantiles, sí, pero son de esos que no olvidas nunca y que te pueden ayudar en muchas ocasiones, como en ésta.
En la primera tanda quitaron el pie todos menos Danny y Ale, y como solo eran dos y no podían hacer más tandas, lo echaron a piedra papel o tijera ya que ésta vez sí que se podía. Cuando se dieron cuenta ellos de que estaban compitiendo entre sí, se insultaron mutuamente. 
Tom: ¡Cuánto amor...!
Sorteaban quién se quedaría con la habitación de Danny, el que ganase la tendría. Y ganó Ale, Danny dormiría todo el verano en el sofá.

Después de llamar a sus padres y avisar también a los padres de María y Carolina, Ale se puso el pijama, apagó la luz y se metió en la cama de Danny. Bueno, ahora SU cama. Hacía un poco de fresquito, así que se acurrucó bien con la manta de Danny. Olía a él.
Justo cuando ya se estaba quedando frita, alguien entró en su habitación de un portazo, encendió la luz e intentó quitar la manta a Ale. Era Danny, y solo iba en boxers.
Danny: Quita, ésta es mi manta - dijo en un susurro.
Ale: Pero ahora la tengo yo - dijo tirando de ella.
Danny: Pero ahí abajo me congelo - dijo en un grito ahogado.
Ale: Pues sé listo y ponte algo más de ropa. Y no grites coño, que intentamos dormir.
Danny: Pues no me da la gana - y de un tirón se llevó la manta, sin apagar la luz ni cerrar la puerta.
Ale: IMBÉCIL - dijo bien alto, ya sin importarle que los demás se despertasen.
Danny: GILIPOLLAS - dijo desde las escaleras.
Con el frío que hacía, Ale no se podía dormir, así que se levantó de la cama y subió a la habitación de Tom, donde supuso que habría más mantas o que Tom le daría alguna. Pero cuando subió, Tom no se había despertado, y dormía como un angelito. Así que como le daba pereza bajar de nuevo, se puso un jersey que tenía Tom tirado por ahí y salió a la terraza que había.
El cielo esa noche estaba despejado y se podían ver las estrellas perfectamente, incluso contarlas si te querías pasar ahí horas y horas.
Se apoyó en la barandilla y respiró el frescor. Era genial poder estar ya en la capital. El único problema eran los chicos, claro... Pero por lo demás, había esperado algo así durante mucho tiempo.
...: ¿Qué haces? 
Ale: Ay, qué susto me has dado Doug haha - él se apoyó en la barandilla a su derecha -. Pues nada, que el idiota de Danny me ha quitado la manta y no podía dormir con el frío... Y supuse que Tom tendría más mantas pero míralo, está dormido haha.
Dougie: Pues no sé si hay más mantas haha.
Ale: No importa, creo que dormiré con esto de Tom puesto - rió.
Doguie: ¿Qué le pasaba a Carolina?
Ale: ¿No estabas "enfadado" con ella?
Dougie: Sí bueno, porque ha sido una maleducada pero... no sé...
Ale rió.
Ale: Pues... nada... No sé, creo que es mejor que te lo cuente ella.
Ale le dijo que se iba a dormir, se metió en la casa, dejando a Dougie pensando, y volvió a su habitación.
Cuando entró, no creyó lo que vio. Danny había aprovechado el hecho de que Ale se había ido de la cama y se había dormido en ella. Para joderle, se tumbó encima suya y se quedó frita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario